Así nació CirueloGTI: el inicio de una aventura con olor a gasolina

Un sueño que arrancó hace más de 30 años

Desde que tenía 8 o 9 años, hubo un auto que marcó mi vida: el Volkswagen Golf GTI Mk3. No era mío, claro, sino de mi tía, una de las personas más importantes en mi vida. Ella me llevaba a todas partes en ese carro, y yo, pegado al vidrio viendo el mundo pasar, empecé a soñar con tener uno igual algún día.

Ese GTI se volvió mucho más que un auto para mí. Era libertad, era ruido de motor, era conexión. Y sobre todo, era recuerdo.

El primer intento

Hace algunos años, tuve la oportunidad de comprar un Golf GTI Mk3 rojo, modelo 1994. No estaba en su mejor momento, tenía muchos detalles por resolver, pero fue una manera de acercarme a ese sueño de la infancia. Lo disfrutamos lo que se pudo, pero eventualmente lo vendimos para iniciar un nuevo emprendimiento. Era una decisión difícil, pero necesaria. Sabía que en algún punto, si el destino quería, otro GTI volvería a mi vida.

Buscando la aguja en el pajar

Pasó el tiempo, y junto a Monse, decidimos que era momento de intentarlo de nuevo. Comenzamos la búsqueda: anuncios, grupos, recomendaciones… pero nada. Los que aparecían estaban en mal estado o se salían de presupuesto, y la frustración empezó a crecer.

Tanto así que casi nos rendimos. Estuvimos a punto de comprar otra cosa, una SUV que no tenía nada que ver con lo que queríamos. Y cuando ya casi cerrábamos el trato, otro comprador se nos adelantó. El típico “ya está vendido, lo siento”. En ese momento no lo sabíamos, pero el universo nos estaba haciendo un favor.

El encuentro inesperado

Esa misma noche, medio por desquite y medio por costumbre, revisamos una vez más las publicaciones en línea. Y ahí estaba: un Golf GTI Mk3 negro, modelo 1995, tal como el que tenía mi tía.

Sin pensarlo mucho, al día siguiente fuimos a verlo. No estaba perfecto. Tenía detalles, cicatrices de sus años en la calle. Pero también tenía alma, y eso no se consigue fácil. El asesor que nos atendió fue directo, sincero, cero vendehumo. Y eso se agradece.

Después de dar una vuelta, ver lo justo y soñar lo necesario, nos enamoramos.

Bienvenido, CirueloGTI

Lo compramos. Sin más vueltas, sin excusas. Era ahora o nunca.

Lo bautizamos CirueloGTI (sí, ya te contaremos por qué ese nombre tan especial), y con eso comenzó esta nueva etapa en nuestras vidas: un proyecto, un sueño de infancia, una máquina con historia y con futuro.

Este blog será el registro de todo lo que venga: las mejoras, los errores, los cambios, los gastos (auch), las rutas y los momentos. Porque más que un carro, esto es una aventura que recién arranca.

Nos vemos en la próxima entrada.

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